18/10/14

LOS 8 PASOS PARA LLEGAR A SER RICO

LOS 8 PASOS PARA LLEGAR A SER RICO


¿La riqueza está afuera de nosotros?  ¿Está en la calle? ¿Está debajo de la cama? ¿Está influenciada por las circunstancias y las personas con las que interactúas el día a día? No.  La riqueza está dentro de nosotros. Simplemente depende de la actitud, del arduo trabajo, y de la imaginación creativa que posees. Además de todo depende de nuestra mente y lo que contiene.

Todos hemos crecido escuchando, mirando, absorbiendo y experimentando vivencias ajenas y propias lo que a la misma vez va alimentando nuestro subconsciente para que nos entregue las dosis necesarias de autoestima, energía, ganas de hacer y lograr. Cada cual es el artesano de su propio destino, y cada cual moldea la materia prima con que la vida y la sociedad lo dotó. Ese es el secreto. ¿Es casualidad de que la gran mayoría de los hombres ricos han nacido y crecido en ambientes en los que nada hacía presagiar sus respectivos destinos opulentos? No es necesario pensar en Bill Gates o en Honda o en Onassis; basta con mirar a nuestro alrededor e identificar al comerciante exitoso lleno de sucursales, al transportista que comenzó con una carretilla y ahora tiene 100 camiones. Ninguno fué un heredero de gran fortuna ni tuvieron las privilegiadas condiciones que a muchos se le otorga. Es más, la gran mayoría de los herederos ya no tienen lo que les fue legado y son tan pobres como sus padres cuando comenzaron. ¿Qué hay dentro de nosotros, que nos posibilita el llegar a ser ricos?

Primero: Hay que tomar conciencia de que el subconsciente es como una computadora. Recibe información de lo que pasa en nuestro entorno y se va auto programando. Esta información empieza a infiltrarse a nuestro subconsciente desde la infancia. Cuando la madre, en esos arranques de ira, le grita a su hijo “¡Serás un fracasado como tu padre!”, está programando el futuro de su hijo y lo más probable es que el niño sea un fracasado y no sea capaz de levantar vuelo más allá de ganar un sueldo mensual. Cuando al niño se le inculca que el dinero es malo, que los ricos son perversos, que toda fortuna se funda en la explotación inmisericorde, se está programando el subconsciente de ese niño y con seguridad que crecerá y actuará en consecuencia, haciendo todo lo posible por no tener dinero. Y lo peor, es que nunca sabrá el por qué “de su mala suerte”. Como no lo sabrá, crecerá culpando a los demás, a los ricos, a los miserables explotadores. Ese programa lo acompañará de por vida y se cumplirá inexorablemente, perfilando su destino: ser pobre. Una lección de esto es que si usted no quiso tener dinero, es probable que su hijo sí quiera tenerlo; cuide, por lo tanto, su programación.

Segundo: Hay que tener conciencia de que las palabras tienen poder. Así como las palabras configuran nuestro programa en el subconsciente, las palabras pueden desencadenar todo el potencial positivo que tenemos dentro de nosotros. Si en lugar de levantarnos fracasados, derrotados antes de luchar, nos levantamos pensando en que hoy vamos a triunfar en tal o cual cometido, otro será el resultado. “La empresa es una mierda”, “Mi jefe me odia”, “Mis compañeros son unos chaqueteros” , “El gobierno es una peste” son programaciones en palabras típicas de un estado de derrota. Muchos despiertan con esos pensamientos en sus mentes. ¿Cuál sería el resultado si los pensamientos fuesen “La empresa, aunque no es mía en propiedad, es mía en la oportunidad que me brinda (conexiones, conocimientos, relaciones, etc.)”? Si en lugar de pensar en que el gobierno es una peste, pensamos de esta manera: “¿Qué cosas hace el gobierno en las cuales yo podría encontrar una oportunidad?”, como por ejemplo ayudarlo a recoger la basura del barrio o instalar y administrar una escuelita o diseñar un programa de ayuda a los niños sin hogar en el barrio. Siempre habrá cosas que hacer, y de las cuales sacar provecho. Pero para esto, no hay que levantarse derrotado sino esperanzado y positivo. Así como nuestros padres o la sociedad cumplieron con programarnos en nuestra niñez, nosotros mismos podemos tomar la responsabilidad de auto programarnos ahora en nuestra adultez. Hay una frase que resume lo anterior y que si bien se hizo para empresas, tiene igual aplicación para los individuos: “Las mejores empresas son lo que son porque sus organizaciones permiten obtener esfuerzos extraordinarios de las personas comunes”. Nosotros somos las personas comunes, y nuestra auto programación es nuestra organización; si nos sabemos usar y programar, nuestros resultados serán extraordinarios.

Tercero: Debes estar conscientes de que el tiempo es materia de nuestro manejo. No lo imponen los demás. Por ejemplo, nunca es tarde para llegar a ser ricos. ¿Sabías que Ray Kroc, el rey de las hamburguesas MacDonald, tenía casi 60 años cuando labró su riqueza? Nunca es tarde. Es cuestión de actitud, no del tiempo. Obviamente las posibilidades mejoran si es que se comienza temprano, pero no es condición absoluta para llegar a ser rico. Y tú quieres ser rico ¿o no?

Cuarto: Hay que buscar el éxito; cualquier cosa o condición distinta, es un espejismo mentiroso. ¿Qué es el éxito? Es crear Valor para alguien, a través de alguna acción (producto, servicio, ayuda, obra literaria, etc.), y recibir el reconocimiento en forma de dinero. Los exitosos son ricos, los no exitosos son pobres. Si vendemos el mejor helado, venderemos mucho y ganaremos saciado dinero. Si escribimos la mejor novela, ganaremos un concurso, nos editarán, venderemos y ganaremos dinero. Declararse “exitoso” porque se vive satisfecho con lo que se tiene o se ha logrado no es una condición de éxito, es una auto realización (el mundo está lleno de personas “realizadas” en la condición en la que están) o simplemente una masturbación mental. Hasta la Madre Teresa fue lo que fue por su capacidad de acarrear dinero a su causa, y acarreó dinero porque los donantes reconocieron el valor en lo que hacía. El éxito es equivalente al dinero. Mientras más exitoso, más dinero. ¿Es el dinero el objetivo? No. El dinero es lo que mide al éxito, lo que lo define. No confundirse: hay que buscar el éxito, que el dinero llegará solo.

Quinto: El exitoso se junta con los exitosos. El fracaso es un virus, es contagioso. Si sus relaciones no son exitosas, los programas que saldrán de su boca serán programas de fracasados. Evítelos. Los amigos que hacen ostentación de su condición de pobres, “pobre pero honrado”, de culpar a los demás, de que ya es tarde para comenzar, de que no se puede, de que no tengo capital… no son los amigos que debería tener. Bórrelos de su lista y busque a aquellos con los cuales pueda intercambiar una buena auto programación. Busque a los exitosos, establezca relaciones con ellos. Recuerde siempre que el dinero busca al dinero. Y el éxito al éxito.

Sexto: Sea enfocado. Muchas personas pican y pican en todos lados, y nunca llegan a ninguna parte ni obtienen nada. Ese dicho que dice que los huevos deben colocarse en varias canastas es una falacia: cuando se tienen muchos huevos se puede hacer eso. Los exitosos han dominado un ámbito del saber, han llegado a conocerlo y dominarlo, y por eso han tenido éxito. Todos han sido especialista en lo que hacen. La diversificación de intereses es una buena política cuando se tienen muchos intereses. Cuando se está comenzando de pobres, simplemente no hay nada para diversificar… y hay que estar consciente de ello. Todos los exitosos han sido dueños de poderosos caracteres y hasta de temperamentos volcánicos pero también de una consciente humildad.

Sèptimo: La eterna excusa de no tener capital. ¿Lo tenía Bill Gates cuando comenzó? ¿Lo tenía Aristoteles Onassis? ¿Rokefeller? ¿El comerciante de la esquina? ¿El transportista? Esta es la excusa típica de los fracasados, de los que no se atreven. El dinero está en la calle, buscando cómo hacer más dinero. Sin más comentarios.

Octavo: Fracasar una o mil veces no es pecado; no levantarse sí lo es. Las personas que quieren tener dinero deben desarrollar el carácter, esa cualidad que permite obviar las piedras en el camino de la vida, que hacen que caigamos y nos volvamos a levantar. Casi nadie obtiene el éxito en el primer esfuerzo; casi todos acumulan fracasos en las maletas de la experiencia antes de comenzar a remontar en la vía del éxito. Perseverancia es el nombre del juego.

Llegar a ser rico no es difícil, es cuestión de actitud y auto programación en base a los sencillos principios descritos. ¿Cuán rico quiere llegar a ser? Eso depende de usted….y recuerde:Las águilas vuelan solas y los patos en bandadas.

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