Líder y coach requieren la misma actitud

Cuando se habla de liderazgo nos referimos a aquella persona que tiene el poder de guiar e influir en otras personas para llegar a objetivos y metas entre los miembros de un equipo o grupo. Un líder es sumamente importante en cualquier organización, ya que este se encarga de mantener el equipo de trabajo unificado trabajando para un solo fin. 

Para ello un líder en la actualidad, ha dejado atrás la postura de solo dar órdenes y hacer que los demás las ejecuten, hoy en día un buen líder, con resultados mucho más positivos, es aquel que delega funciones y motiva a cada uno de los miembros del equipo a ejecutarlas con compromiso, sintiéndose identificados con la organización y parte de sus logros.

Un coaching por otro lado, es la persona que sirve de acompañamiento a un equipo de trabajo o a una persona en particular en el proceso de desarrollar una meta. Este ayuda a que el individuo potencie sus cualidades, descubra sus límites, y trascienda cualquier dificultad para lograr sus objetivos.

Por lo tanto, un líder y un coaching guardan una estrecha relación ya que ambos trabajan para llegar al mismo fin, aportar soporte a los demás para que puedan alcanzar fines de manera eficaz, y por añadidura, aumentar el valor agregado a cada trabajo, tarea o sacrificio, mediante la satisfacción propia.

Similitudes entre Líder y Coaching

Tanto los líderes como los coach son personas positivas, emprendedoras y persistentes

Son personas que entienden que hay que trabajar duro para tener éxito, y que existen muchas dificultades que deberán enfrentar, pero no se rinden ante esto, y contagian a los demás con su actitud.

Ambos trazan metas claras y concretas

Tanto un líder como un coach conocen exactamente que buscan y cuál es su objetivo final, y para ello saben cuáles son los pasos a seguir. 

Son personas que conocen de organización, disciplina y gestión de proyectos

 Conocen qué técnicas se deben aplicar para cada caso, o para cada grupo, aportando tanto información práctica, como su experiencia para desarrollar metodologías de trabajo más eficiente y con resultados esperados.

En conclusión, se puede decir, que una persona que es líder puede ser también un coach sin ningún problema, porque aunque un coach no busque liderar a nadie en particular, su actitud de líder lo ayudará a enfrentar retos y gestionar talentos, al igual que lo hace un buen líder empresarial con su equipo de trabajo. Por lo tanto estas dos funciones se pueden ensamblar en diferentes ámbitos de la vida y en diversos contextos profesionales para llegar a una misma meta, el !éxito!.